El Tótem Camello (o el dromedario) es un animal de poder importante en los pueblos nómadas de África, especialmente en el norte, en países como Egipto o Irán (ya es Asia), donde los tuaregs o bereberes y los beduinos, los usaban para el transporte de larga distancia a través del desierto. Esa asociación con los viajes le ha llevado a ser el tótem protector para cualquier desplazamiento, aportando seguridad, tranquilidad y serenidad al viajero o explorador. Un amuleto espiritual clave para los más nómadas.
Se trata de un animal de poder muy beneficioso pues el gran viaje es el de la propia vida, motivo por el que el camello resulta ser un guía espiritual para nuestro camino vital. Su prodigiosa genética, que les permite resistir altas temperaturas o recorrer muchos kilómetros, nos transmite la importancia para adaptar a cada situación como camino para conseguir cualquier meta a largo plazo. Un símbolo de resistencia y energía.
En caso de que el Tótem Camello venga a ti, tal vez esté al caer un cambio en la vida (o bien ya está en tu vida), un viaje, una aventura, un reto. Este es posible que sea a largo plazo, algo largo te espera, y tal vez duro, así que tómatelo como una aventura y toma al camello como guía. El camello te indica que has de acoger en ti el nuevo cambio con alegría, mientras aporta protección, serenidad y aprendizaje.
Soñar de forma recurrente con camellos es propio de personas que buscan sobresalir; ya sea en reuniones familiares, en el trabajo, las clases, etc. Aparte de este caso, soñar con un camello puede ser una alusión a la unión familiar o a un fuerte lazo de amistad, así como un gran sentimiento de protección hacia las personas que amamos.